lunes, 28 de octubre de 2013

"La Iliada", Canto XIV




Por: Natalia Zoé Ramos Aguilera


El canto XVI de la Iliada, nos habla de la trampa que impone Hera a su esposo Zeus. Se relata como Hera idea el plan para que Zeus duerma y Poseidón pueda intervenir a favor de los aqueos. Esta se viste esplendorosamente, se peina su sedoso cabello y se coloca un velo blanco encima, después va en busca de Afrodita y le pide su ayuda para recibir amor como el que le da a los mortales y así entregárselo a Oceáno y Tetis para que sea venerada, pero la razón por la que quiere el amor no es esa, simplemente es un engaño.

Para Afrodita darle el amor a Hera le proporciona un cinto bordado, en donde se encontraba el amor, deseo, las platicas amorosas y el lenguaje seductor.

Después de que Hera escondiese el cinto que Afrodita le había prestado, se encontró con el Sueño, al cual le pidió como favor, adormeciera a el gran Zeus. Aunque Hera le ofreció a el Sueño grandes recompensas este al principio negó aquella tarea, pero Hera como ultimo ofrecimiento le dijo que le entregaría a la más joven de las gracias, Pasitea, cuando el Sueño escuchó aquella frase, accedió en un santiamén la tarea puesta por Hera.

Cuando Hera llegó donde Zeus, el sintió unas ganas incontrolables por acostarse con ella, eso fue a causa del cinto que Afrodita le había prestado a las diosa. Cuando Zeus yacía dormido sobre una nube, el sueño fue fugazmente con Poseidón para que le avisase que podía ya ayudar a los aqueos, ya que Zeus dormía profundamente y no podría darse cuenta de ello.

Cuando Poseidón  fue a hablar con los mortales, estos le obedecieron, hasta lo reyes estuvieron presentes, Agamenón, Odiseo y Tidida. Desde aquí comenzó una gran batalla, donde el combate entre Héctor y Áyax terminaría con una gran herida en el pecho de Héctor, hecha por la piedra lanzada desde lejos por el poderoso Áyax. Héctor gravemente herido es retirado del combate.



Este canto acaba con en el enojo de Áyax hacia Polidamante, y  este ahora no lanza un piedra sino una lanza que va directo a él, Polidamante intrépidamente esquiva esta amenaza, pero esta no cae simplemente al suelo, sino va a parar al cuello de Arquéloco, su cabeza cae antes que su cuerpo y muere. 

1 comentario: