Lorna Melissa Elizabeth Ramirez Zavala
Toro Farnesio Apolonio de Tralles 2 a.C (He colocado esta imagen ya que es del mismo año en que la obra es publicada.) |
Considerado
maestro y fundador de la poesía erótica, Ovidio con esta obra literaria relata
lo que para él es el arte de amar. Fue tan escandalosa en su tiempo que fue
retirada de las bibliotecas públicas de aquel entonces. Obra dirigida para los
hombres; en la que se les da consejos en el amor. Hasta llegar al libro 3, en
el cual se le dice a la mujer como permanecer hermosa para su amante. Excluyendo
a las castas matronas y a las vírgenes romanas específicamente. Obra también tomada
como una obra de técnica sobre la seducción, el cual también es considerado un
arte. Artes amatorias que cualquier humano podría sobresalir al punto de
dominarlo.
Nótese
como es relatada la mujer ante el momento de pretenderla; dócil y que ellas fácilmente
aceptan. Y que en caso de rechazo por parte de ellas, no existe relevancia
alguna. Se les dice a los hombres que
sin importar los tropiezos que se tenga, jamás se debe perder la esperanza de
encontrar a una mujer. Se tiene que encontrar la esperanza de una mujer que
yace dentro de ella, en base al argumento en el cual se dice que en que cada corazón
de un hombre es de gran importancia una mujer, que es mejor estar acompañado de
una de ellas que solo. En la obra no solo habla sobre las relaciones, en
cambio, habla un poco sobre la psicología femenina, o al menos lo que Ovidio
mencionaba al aconsejar a los hombres a tener cuidado sobre los secretos de las
mujeres, y a cortejarlas desde luego correctamente.
Gracias
a todo lo que Ovidio menciona en su obra , evadiendo del todo lo soez en los
temas tratados, hablando con un lenguaje el cual podría ser considerado incluso
elegante, gentil y atractivo para todo tipo de lector. Él es considerado
maestro en el arte de amar. Enseñado al lector a seducir y cortejar a una dama
correctamente con el mismo propósito de hace siglos. Pero en sí él no se consideraba
un maestro ni fundador. Tal como el
mismo lo advierte; Un hombre y una mujer
se habían reunido en un mismo lugar y ellos mismos aprendieron, sin maestro
alguno, lo que tenían que hacer. (El arte de amar, Ovidio).
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