Por: Luisa Engelfried
Orozco
El Beowulf trata de un caballero, Beowulf, que escucha un rumor de un troll, Grendel, que por 12 años ha atemorizado el palacio de Heorot.
Decide dirigirse a este
palacio a ofrecer sus servicios a los reyes. La primera noche que se encuentran
de guardia, llega Grendel, ataca y devora a uno de los 12 acompañantes de
Beowulf, este se despierta por el estruendo y batalla contra el troll cuerpo a
cuerpo, sin ninguna arma, Beowulf lo deja muy herido y Grendel huye para morir
en su cueva.
A la mañana siguiente la
reina muy agradecida premia a Beowulf con una medalla y un banquete, pero a la
noche siguiente la madre troll de Grendel, mucho más feroz y enfurecida que su hijo, regresa
a vengarlo, mata a un hombre, Esker y se lleva el brazo de su hijo.
El Beowulf sigue el rastro
de la madre hasta llegar a su cueva que encuentra después de nadar casi un día
por un lago lleno de bestias, lucha con ella y cuando está a punto de ser
derrotado, encuentra una gran espada con la derrota.
Aunque se escuche raro quiero
hablar del amor de una madre en esta entrada, aunque sea el amor de una madre
troll.
Siento que las madres tienen
un gran sentido de protección hacia sus hijos, obviamente ellas los trajeron al
mundo. Pero en esta historia la madre de Grendel regresa a vengar a su hijo y
se marcha con su brazo solamente, esto la lleva a la muerte pero ella tiene el
cuerpo de su hijo.
Pienso que si alguien matara a mi hijo me enfurecería mucho
y haría lo que fuera para recuperarlo aunque esto significara mi propio final.
Después Beowulf termina como un súper héroe y gobierna su
tierra por 50 años hasta que un dragón lo mata, pero vivió una vida llena
triunfos.
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