Por: Omar Saenz
En la
obra El cantar de Roldan es claramente enaltecida la virtud de la Templanza primero
en una frase muy significativa en lo personal que dice: “Consejo que dicte el
orgullo no debe prevalecer”
Más tarde
en la obra cuando buscan a quien enviar a Zaragoza
con marsil el sarraceno Roldan
dice inmediatamente que el bien podría ir
lo cual da muestra clara de su valor pues enviar el mensaje a Zaragoza conllevaba
un peligro alto cuando Roldan sugiere a Ganelon para realizar esta empresa Ganelon
estalla y le llama loco cosa que muestra la falta de estos atributos, el temple
pues amenaza a Roldan con infringirle castigos mientras roldan viva en su ira
al escuchar la sugerencia y por supuesto
el valor del cual carece pues todos se ofrecieron a llevar acabo el mandato del
emperador.
El caballero
debe de tener temple pues la falta de este lo llevaría a cometer actos que mancharan su honor y lo desviaran del camino
recto del caballero como podría realizar actos desmedidos en una batalla y solo
masacrar sin piedad volviéndose así solo un vil mercenario podía no animarse a
combatir y quedar abatido fácilmente por el enemigo la falta de valor en la
batalla solo lleva al caballero hacia su perdición y su ruina.
Esta
obra es un ejemplo de como el orgullo desmedido también puede llevar a la ruina
en el campo de combate como se ve cuando pelea con valentía, rechaza dos
oleadas de paganos, pero a un alto precio. Uno a uno van cayendo los caballeros
ante el número incalculable de moros que les atacan. Roldán se decide, por fin,
a tocar el olifante para avisar a su tío, el Emperador Carlomagno. Lo hace con
tal fuerza que le estallan las sienes. Pero es demasiado tarde, se queda solo
en la pelea y sucumbe, como los demás, frente al enemigo. Antes de morir desea
romper su espada Durandarte para que no caiga en manos del enemigo, pero la
piedra contra la que golpea su espada se parte por la fuerza del golpe de
Roldán.
Y no
solo en el campo de batalla sino también en la vida diaria para el caballero
mantenerse noble debe evitar el orgullo desmedido por medio de la templanza
pues esto es regular ambas partes
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