Por: Alejandra Aguirre.
En el momento que Arturo lo declaran rey de toda Bretaña, el rey Arturo le comentaba a merlín que le gustaría casarse ya que tenia un reinado bueno y una vida estable.
Al visitar el reino de Cameliard había encontrado a la hija del rey, al momento en que la vio
se quedo completamente enamorado de ella, así que decidió ir con el rey Legradance para pedir la mano de su hija
llamada Guenevere. En el momento que al rey de Cameliard le dieron la opción de
que el rey Arturo se casara con su hija, le pareció una muy buena idea, y así
decidió también darle un obsequio, que fue la gran mesa redonda en donde caben
mas de 150 caballeros.
La mesa la coloco en un salón gigantesco,
en donde el rey Arturo decidió que en ella se sentarían sus
mejores caballeros y que para poder sentarse en ella tendrían que hacer un
juramento especial de fidelidad al reino de Camelot, a la iglesia y a las más
nobles costumbres. Ningún caballero que fuera miembro de esta Orden podría
hacer actos ilegales, deshonestos y mucho menos criminales.
La primera vez que se juntaron todos los caballeros en la mesa redonda,
callo un relámpago muy fuerte, en ese momento todos quedaron muy sorprendidos.
Merlín se encontraba ahí en el salón junto a la mesa redonda, y en el momento
que cayo el rayo les comento a los caballeros que tenían que hacerle homenaje
al rey Arturo. A medida que cada caballero le hacía la reverencia a su rey, se
iban sentando en casa silla, y cada silla se le marcaba el nombre con letras de
oro dependiendo el nombre del caballero que se fuera sentando. Una vez que
todoas los caballeros se sentaron se dieron cuenta que faltaban tres asientos;
en eso Merlín les explica:
"Dos de estos tres puestos serán para los dos mejores caballeros de
cada año, y la otra silla será sólo para el hombre más digno del mundo. Si
alguien no reúne méritos para sentarse en esta silla y osa sentarse, morirá en
el acto".
Todos los caballeros se turnaban para sentarse en los dos asientos del
honor, pero ninguno se atrevía a sentarse en el asiento prohibido, ni siquiera
Lancerlot quien era el mejor caballero en ese entonces.
Años después se encontró un sabio anciano, quien menciono que el espíritu
de Merlín (quien ya se encontraba muerto) le había comentado que pronto se
encontraría la persona que se sentaría en ese “ asiento prohibido” y
encontraría el gran Santo Grial.
El Santo Grial era el cáliz donde José de Arimatea había depositado la
sangre de Jesucristo. Se suponía que tenía propiedades mágicas y que el ser que
lograra verlo podía ser testigo de una experiencia trascendental,
espiritualmente hablando. Sucedió que un buen día (veinte años de haberse
formado la Orden de la mesa redonda) se presentó al palacio Elaine, hija del
Caballero Pelle, con el hijo que le había dado a Lancelot.
Años después Lancerlot tuvo su hijo llamado Galahad era el indicado de
sentarse en la silla prohibida. Galahad al cumplir sus 15 años le pidió a su
papa si podría ser parte de la mesa redonda, y su padre le dijo que si.
Al momento en que Galahad entro al salón donde se encontraba la mesa
redonda, el anciano le señalo su asiento que por supuesto era el asiento
prohibido. En cuando el anciano señalo el asiento para que Galahad se sentara,
mágicamente se grabaron sus letras en la silla. Así fue como Galahan obtuvo el
“asiento prohibido”.
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