Por: Montserrat Mendoza Martínez
En la literatura India uno de los libros pioneros es
el del Panchatantra. Este está compuesto de una
multitud de cuentos con fin de dar un mensaje moral. Yo los
relaciono con una fábula.
De las lecturas del libro del Panchatantra la que más
me agradó es una titulada “Los brahmanes y el león” y voy a desarrollar el tema
de la arrogancia.
Yo interpreto que este cuento es de la historia
de tres hombres que se auto denominan sabios y uno que le faltaba
sabiduría pero era dotado de cordura. En una de sus
aventuras encontraron los restos de una animal sin vida. Al examinarlo se dieron cuenta que era un león.
Los petulantes señores empezaron a organizarse con el propósito de probar sus
poderes para poder resucitar al animal. Mientras
discutían y cada sabio hacía su parte, el hombre sin sabiduría fue exluido del
plan. El opto por no interrumpirlos y subirse a un
árbol. Cuando resucitaron al león éste se levantó y
mató a los 3 hombres sabios.
En sí, de esto se trata el libro. Yo defino que el
mensaje es que por más sabia que sea una persona no debe dejar que la
arrogancia sea más grande que su sabiduría. El tener
muchos conocimientos suele llevar a las personas a tener el sentimiento de
superioridad ante los demás pero no debemos olvidar que cada persona
tiene sus cualidades.
En la actualidad es muy común encontrar personas
que carecen de humildad pero tienen mucha inteligencia. Por lo contrario,
algunas personas humildes son las que están más dispuestas que otros.
En mi opinión, lo correcto es ser una persona humilde
pero sabia, me refiero a usar nuestros conocimientos sin olvidar nuestros
principios y el respeto a los demás.
Hay una frase de Albert Einstein que aplica perfecto,
esta dice: “No juzgues a un pez por su habilidad de trepar un árbol”. Como ya decía, cada ser humano tiene virtudes
propias.
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