Por: Francisco
Sebastián Figueroa Govea.
El viaje de Dante comienza con
una visión que tiene sobre él parado en lo profundo de un bosque obscuro, en
donde la soledad y el silencio abundad y se notan sombras por doquier. Tras la
primera noche, visualiza un monte al fondo, se decide ir hasta el para estar en
terrenos más altos y saber en dónde se encuentra, pero al llegar a la colina,
una pantera se le aparece en el frente impidiéndole seguir, por un lado un león
y por el único camino restante, una loba.
La pantera simboliza el pecado de
la lujuria, que con la rapidez del animal nos invade el cuerpo, el león, con la
cabeza en alto, significa la soberbia, el desprecio al prójimo y el orgullo, y
por último la loba simboliza la avaricia y la codicia que se puede relacionar
con los fundadores de Roma, Rómulo y Remo, quienes fueron amamantados por una
loba al nacer.
Dante decide no interferir con
las bestias y se ve obligado a adentrarse en el bosque una vez más, ya dentro
de él, y muriendo del miedo y de la soledad, es capaz de distinguir una sombra
en el bosque, cuando se acerca, ve que es Virgilio, a quien considera como su
mentor, ya que sus obras lo inspiraron a él a convertirse en poeta y en
interesarse por el mundo de las letras. Virgilio le explica como Beatriz, desde
el limbo le pide a Virgilio que vaya a rescatar a Dante de las bestias, y lo
guía hasta ella en el paraíso. Dante rompe en llanto al saber de nuevo de su
amada, y decide seguir a Virgilio hasta ella. El poeta romano le explica a
Dante que el viaje no será nada sencillo, y que para poder hacerlo tendrá que
tener ningún miedo al entrar al infierno, luego pasar por el purgatorio y
finalmente llegar al paraíso.
Ambos salen del bosque y llegan a
las puertas del Infierno, en donde lee una escritura grabada en la piedra, en
la que dice que para pasar por allí, tendrá que dejara a un lado la esperanza
si entraría al infierno.
Virgilio le dijo que no temiera y
que se despojara de sus miedos, tomó su mano y atravesaron la puerta. En
seguida se escucharon infinidades de suspiros, quejas y gemidos. Dante no pudo
contener el llanto, y veía a todos los espíritus diciendo cosas terribles y
llenas de cólera, quienes iban persiguiendo una bandera, eran las banderas de
los indiferentes, los perezoso, los indolentes que no se inclinaron ni al mal
ni al bien, y la bandera significaba la vida de ellos, quienes no tenían
objetos determinados ni objetivos claros. Ahí se encuentra al Papa Celestino V,
quien no cumplió bien su puesto, lleno de pereza.
Cuando lo pasaron, siguieron
hasta la orilla del rió, en donde habían varias almas esperando la barca, su
conductor era Caronte, de aspecto viejo, y su misión era conducir infinitamente
la barca una vez y otra a través del rio, y él se burlaba de las almas a
quienes conducía, y cuando Caronte se dio cuenta de que Dante no era un alma,
Virgilio tuvo que cesar la cólera de Caronte, y lo aceptó el barquero. Una vez
siendo trasportado por Caronte, Dante se desmayó por una de las grandes
tormentas rojizas que había cerca. Y cuando despertó ya no estaba en el río, sino que estaba al
lado de un abismo que rodeaba el Infierno, estaba en el Limbo.
Allí habitaba Virgilio, en el
limbo se encuentras las personas que tuvieron una vida simple y sin pecados,
pero al no ser bautizados, no puedes disfrutar del cielo, ni sufrir los castigos
del infierno, en el Limbo, se encontró a 4 sombras que estaba allí, eran los
más grandes poetas, Homero, Horacio, Ovidio y Lucano, estaban hablando con
Virgilio, y después lo presentó a los poetas, y después de conversar un largo
rato, y también se encontró a Platón y Aristóteles, gente sabía que estaba allí
por siempre, y después de despedirse, emprendieron la marcha y siguieron
avanzando.
Luego llegaron al segundo círculo
del infierno, era más pequeño, pero con más dolor que el primero, en la entrada,
vieron a Minos, el antiguo rey de Creta, quien les indicaba su lugar en el
infierno, y después de que Virgilio le
explicara, nos dio paso a la obscuridad, ahí se encontraban los lujuriosos,
todos aquellos que se dejaron arrebatar por sus deseos carnales, su castigo era
ser levantados y tirados una y otra vez por tornados que nunca paraban, el
tornado simbolizaba la pasión de los lujuriosos y el deseo, en él, se encontró
con Helena de Troya y con Cleopatra. Vio también a Paolo y a Francesca, quienes
fueron amantes y Francesa decidió amar a Paolo sobre su hermano con quien
estaba casada, por eso, se encontraba en el primer círculo.
Llegaron después al tercer
círculo, en donde se castigaba a los glotones, allí, su castigo era
proporcional a sus penas, estaban sumergidos hasta la mitad en una especie de
barro y con una lluvia pesada que nunca cesaría, y eran devorados una y otra
vez por Cerbero, un perro de 3 cabezas. En donde el perro devorándolos
significaba la gula de los glotones comiendo y comiendo sin parar, pues ahora,
serian devorados como la comida que ellos tuvieron. Cruzaron este írculo
intentando no hacer enojar a Cerbero. Y pasaron sin problemas
Estaban ya en el cuarto círculo, en
él, se encuentran los Pródigos y los Avaros, son aquellos que derrochan el
dinero y los que no lo dan. Vieron como se dividían en dos bandos, y primero un
bando tenía que cargar una gruesa piedra hasta el otro extremo, y entonces, el
otro grupo lo cargaba de regreso hasta la eternidad. Tener que compartir la
piedra significaba la avaricia que tuvieron y los pródigos que dieron de más.
Una vez en el quinto círculo,
vieron que iban a tener que cruzar el Estigia, un rio obscuro y fangoso en el
cual yacían las almas que se habían dejado llevar por la cólera, en él se
peleaban unas con otras y se desgarraban la piel con dientes y uñas. Eran los
iracundos. Una vez en la barca, una alma le advirtió al barquero de la
presencia de Dante, pero después de que Virgilio le explicara su viaje lo
dejaría viajar, el alma, Felipe Argenti, se enojó y se lanzó en contra de
Dante, pero Virgilio lo percibió y rechazó al alma, una vez que cayó en el río,
se desgarró con sus propios dientes. Por fin llegaron al final del río, a las
afuera de Dite.
En Dite se encontraban los
últimos círculos del infierno, pero las puertas estaban cerradas, y los
demonios no as iban a abrir para ellos, entonces Dante miró hacia una de las
torres que estaban alrededor de la ciudad, y vio 3 horrendas mujeres riéndose de
ellos, las gorgonas. Entre ellas estaba medusa, y Virgilio le tapo los ojos a
Dante para que no la viera, salvando su vida de nuevo.
Y entonces ocurrió un milagro, un
ángel llegó y tocó la puerta, todas as almas huyeron aterrorizadas, y el ángel
se fue por donde llegó. Ya tenían acceso a la ciudad.
Llegaron al sexto círculo, había
tumbas ardiendo en fuego, ahí se castigaba a los herejes, pero no se detuvieron
mucho tiempo y un centauro los guio hacia los Giros del siguiente círculo. Y
llegaron al séptimo círculo, en él, las almas tenían que rondar en un rio de
sangre hirviente y espesa mientras miles de centauros le lanzaban flechas a los
cuerpos, haciéndoles casi imposible moverse, así se les castigaba a los
violentos contra el prójimo y 3 al ver a los viajeros los quisieron atacar,
pero Virgilio les hablo y les pidió consejos sobre el camino. Más adelante
llegaron a un bosque sin vida, en el cual solo había árboles secos y desérticos
con espinas y sin ningún fruto, Virgilio le ordeno a Dante que arrancara una
rama del árbol cercano a ellos, y cuando lo hizo, el árbol comenzó a sangrar, y
se dio cuenta de que eran personas. Así se les castigaba a los que habían sido
violentos consigo mismo, con los suicidas. Había un suicida florentino con el
que platico de la vida, y poco después partieron al tercer Giro del séptimo
círculo. Pasaron al 3er giro, y en él estaban los violentos contra Dios y la
naturaleza, ahí estaban las almas caminando o corriendo con una tormenta de
fuego cayendo sobre ellos, pero era inútil apartar los copos de sangre se sus
cuerpos, y un alma lo tomo de las ropas, era su maestro en vida, Brunneto. Ellos hablaron y Dante recordó como en vida,
su maestro de quejaba con Dios de como lo había tratado y de la vida que le
había puesto. Y entonces dejaron la llanura.
Llegaron al octavo círculo, y
allí estaba Gerión, esa bestia los conduciría por ese círculo.
Cuando bajaron por las Fosas del
octavo círculo iban viendo castigos inimaginables y que cada vez eran peor, en
la fosa 1, estaban los rufianes y los seductores, en esta fosa se les castigaba
con latigazos propiciados por cornudos demonios, y cuando sanaban los volvían a
lastimar, y tenían los cuerpos desnudos, esto simbolizaba mercimonio que
hicieron en vida.
En la segunda fosa, se encuentran
los aduladores, a ellos los tienen inmersos en excremento humano debido a las
palabras falsas y la obscenidad moral de sus pecados.
En la tercera fosa están los
Simoniacos, quienes hicieron alusión de los bienes espirituales y lo
aprovechaban para venderlo, ellos están de revés en agujeros y solo se les ven
los pies de los cuales les queman llamas ardientes, esto es por la llama que se
refiere al Espíritu Santo que cayó de cabeza sobre los apóstoles y María.
Pasaron a la cuarta fosa, allí se
castiga a los adivinos y a los magos, quienes son condenados a caminar con la
cabeza distorsionada hacia atrás, por el pretexto de poder ver el futuro
quienes ahora solo podrán ver hacia atrás, reflejado en el pasado.
Luego llegaron a la quinta fosa,
se encuentran los estafadores, quienes en castigo por su vida de engaños y
robo, están sumergidos en brea hirviente y cundo intentan salir de ella, son
lastimados con un gancho por diablos de nombre Malebrache. Esto hace referencia
a la manera en como engañaron a las personas de sus pueblos.
En la sexta fosa, están los
hipócritas, quienes por su vida de mentiras y aparentar otras cosas, en castigo
tienen que cargar con una capa de plomo dorada en su exterior que la hace
parecer de oro quienes por su peso, se ven obligados a caminar encorvados sin
poder alzarse. Mostrando sus ganas de que la gente los vea de otra manera con
esa capa de “oro” que en realidad es de plomo y los lastima hasta doblarse.
En la séptima fosa, se castiga a
los ladrones, quienes tienen que andar entre serpientes sufriendo de sus
mordeduras con las manos atadas por ellas también, representando el delito y
con que lo hacían al robar, y la serpiente es el símbolo perfecto para el
demonio como en el Génesis que engaña a Eva y Adán.
Pasan entonces a la octava fosa,
una de las ultimas, en las que se castigan a los consejeros fraudulentos, y por
esa razón sus lenguas y sus cuerpos arden en llamas haciéndoles difícil el
hablar y moverse, y se nota en la plática que tiene Ulises con Dante, y se les
castiga así porque sus lenguas son lo que usaron para engañas a sus víctimas y
mal aconsejarlas.
Llegan a la novena fosa y ahí ven
como castigan a los sembradores de discordia. Son todos aquellos responsables
de las guerras civiles, cismas o en general para las peleas entre hombres y
familias. A ellos se les castiga con un demonio que los mutila y les hace
heridas que tan pronto curan, les vuelve a abrir. En signo del mal que
plantaron en las personas.
Por fin, llegan a la décima fosa,
en esta, están los falsificadores. Todas aquellas personas que falsificaron
cosas, personas, dinero o palabras de alguien más. Sufren de enfermedades
horribles que les deformas, los falsificadores de cosas tienen lepra, de
personas tienen rabia, de monedas tienen hidropesía y de las palabras tienen
fiebre. Estas enfermedades están al máximo y les provocan desfiguraciones, así
como las que ellos causaron en su vida.
Llegaron al noveno círculo, y había una
inmensa niebla, por lo cual lo único que Dante podía ver eran unas torres
enormes, pero Virgilio lo sacó de su error, eran gigantes, y uno de ellos los
llevó en sus manos hasta las zonas del mismo círculo, el gigante los dejó en
Caina.
Caina, llamada así por Caín,
quien mató a su hermano Abel. Esta zona era para los traidores a la familia
(allegados), en éste lugar había un río congelado en el que las almas estaban
sumergidas y congeladas hasta la mitad de la cabeza viendo hacia abajo.
Después pasaron a Antenora,
llamada así por el troyano Antenor, que traiciono a su ciudad, y ahí yacían los
traidores a su patria. Sumergidos hasta la mitad de la cabeza viendo hacia arriba.
Pasaron a Tolomea, este lugar se
llamaba así por Tolomeo, quien traiciono al huésped Sexto Pompeyo. Aquí estaban
los traidores a los huéspedes, con la cabeza echada hacia atrás para que se les
congelen las lágrimas de los ojos, evitando su pena.
La última parada, fue Judeca, ahí
estaban los grandes traidores, llamada así por Judas que traicionó a Jesús,
benefactor de la humanidad. Ellos están plenamente hundidos en el hielo pero en
posiciones que los deforman. Por ejemplo una boca abajo, otra boca arriba,
otros con los pies hacia arriba y otros con forma de arco. Los que estaban boca
abajo habían traicionado a sus inferiores, los boca arriba a sus superiores y
los que estaban con los pies arriba a sus súbditos, los encorvados habían
traicionado a ambos.
Y entonces, tras su largo e
increíble viaje, llegaron a los pies de Lucifer.
En el último canto, narra Dante
como con el miedo enorme que sentía, ven como Lucifer, rey del Infierno,
mastica en sus tres bocas a Judas, Bruto y a Casio. Y tras trepas por los
espesos pelos de Lucifer, logran pasar sobre él y vuelven a ver las estrellas
del otro lado del mundo, y llegan al purgatorio.
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