Lunes 24 de Febrero del 2014 Camila Aranzazu Mata Montoya.
Tras
pasar las tierras del Rey Alfonso, el Cid habla con su mesnada para explicar lo
posible que puede que llegue a pasar en el tiempo que ellos estén con él,
tratando de explicarles con verdad que si tiene éxito ganaran grandes tesoros y
así decide comenzar a andar el caballero con un poco de esperanza en que tendrá
éxito en sus batallas.
A
su suerte gana las batallas que se le presentan y propone siempre con la
esperanza de ganar dichosos tesoros para compartirla con su mesnada y su mano
derecha Minaya.
Poco
a poco la gente comienza a unírsele, pues el Cid crea un poco de esperanza a
todo aquel que dese acompañarlo.
Tras
unos meses, se da cuenta que esa esperanza le a dado un gran grupo de personas
las cuales le siguen y todos dispuestos a combatir con el mio Cid.
Poco
después el Rey Alfonso al ver sus logros le da la esperanza a Minaya como
mensajero del mio Cid y mano derecha de este, el perdón que el tanto deseo.
Poco
a poco el Cid se da cuenta de su gran poder y sale a combatir queriendo poseer
grandes tierras, por desgracia pierde una batalla y al reponerse consigue la
ciudad de Valencia, después manda a Minaya con el Rey esperanzado en que le conceda
el poder llevar a su mujer y a sus hijas a
Valencia.
El Rey acepta y con gusto le concede el perdón
que tanto deseo el Cid y ordena a Alvar de Fañéz que le conceda al Cid lo que
pide, esperanzado a que el Cid siga trayendo honra a su Rey como el Cid lo hizo
para si mismo tras a ver ganado tantas tierras y haber reunido a tanta gente
que le siguiera esperanzado a que el Cid los ayúdese.
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