Paulina Navarro
Montenegro
Las obras
Tartufo de Moliére y El Periquillo Sarniento de Fernandez de
Lizardi son obras neoclásicas, mientras que Werther
de Goethe, Don Juan Tenorio de José
Zorrilla y Diario de un loco de
Nikolai Gogol son obras románticas.
El neoclasicismo
fue un movimiento cultural que se basó en los modelos clásicos como Grecia,
Roma y el Renacimiento que se apegan al racionalismo y su ideal consiste en la expresión
refinada, la educación, la elocuencia y la composición cuidada. Este fue el
antecedente que impulsó el movimiento de la ilustración, el cual tenía como
objetivo educar para descubrir la fuerza que se adquiere cuando se maneja la razón
frente a una autoridad impositiva. Algunos de los pensadores más importantes de
la ilustración fueron John Locke, quien era un filósofo inglés, economista
enfocado en el progreso, Montesquieu, un filósofo francés que estudiaba los
organismos de poder en el gobierno, Voltaire, un filósofo francés que combatió
la superstición, promovió la libertad de culto y defendió la libertad de expresión.
Una cita muy importante de este filósofo francés es:
“Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a
expresarlo.”
Así como Rosseau, un filósofo suizo que fue precursor de la educación
natural y de las relaciones contractuales y Diderot, el filósofo francés que
creó la enciclopedia.
Y de
este modo fue como comenzó la edad de la razón. Con la Ilustración surgió el
enciclopedismo en 1751 con la primera enciclopedia llamada Diccionario Razonado de la Ciencia, de las artes y de los Oficios Por una
Sociedad de Hombres de letras de Denis Diderot y Jean D’Alembert, y como consecuencia comenzó la revolución
francesa en 1789, la cual se guiaba por los ideales de la Ilustración.
El movimiento
neoclásico llevó a la ilustración, un movimiento filosófico que enfatiza la difusión
de la luz de la razón y de la ciencia entre la población (Voltaire), en donde
se pretendía inculcar el amor por la investigación de la naturaleza a fin de
acabar con la superstición de la vida eterna fomentada durante el barroco,
propiciar la felicidad humana e aumentar los avances científicos. Este movimiento
filosófico comenzó con la publicación de los trabajos de Newton en 1687 y
concluyó con la revolución francesa en 1789.
Tartufo
de Moliére y El Periquillo Sarnieto de Fernandez de Lizardi son ejemplos
perfectos para explicar los principios de este movimiento neoclásico.
La
obra de El periquillo sarniento toca varias veces el tema de la religión, y
esta cita me parece muy importante:
“En fin, me fui acostumbrando poco a poco a
sufrir los trabajos de fraile y el encierro del novicio, manteniendo el estómago
debilitado, consolando a mis ojos soñolientos, animando a mis miembros
fatigados con el trabajo y tolerando las demás penalidades de la religión, con
la esperanza de que en cumpliendo seis meses fingiría una enfermedad y me
volvería a mis ajos y coles, que había dejado en la calle.”
A finales
del periodo neoclásico, en Alemania surgió el término de Sturn und Drang, que significa tempestad e impulso y fue de las
primeras transiciones literarias con los autores Joham Wolfgang y Frederik
Schiller hacia el prerromanticismo.
El romanticismo
fue el primer movimiento estético de la Época Moderna, con una literatura de
leyendas, mística, artística, pintoresca y disconforme que busca reanudar su
pasado nacional idealizado.
Los escritores
románticos, al contrario de los neoclásicos, tienen una postura anticlásica, es
decir que creían en la liberación de las normas y preferencia por el sentimiento
antes que la razón.
Junto
con el romanticismo vinieron nuevos pensamientos y movimientos como el
nacionalismo en el siglo XIX, cuya ideología política genera un amor exacerbado
por la patria y genera sus propios símbolos como una bandera, un himno y sus
héroes, así como la democracia, aquella ideología que defiende las libertades
individuales, de pensamiento y expresión así como la soberanía popular.
Para
ejemplificar el romanticismo en la literatura hablaré de las siguientes obras: Werther de Goethe, Don Juan Tenorio de José Zorrilla y Diario de un loco de Nikolai Gogol.
Werther
es una novela sumamente romántica, y una de mis citas favoritas es la siguiente
por que expresa todo ese encanto propio del romanticismo.
“¡Con que avidez miraba yo sus hermosos
ojos negros! ¡Con qué ardor contemplaba sus labios sonrosados, sus frescas
mejillas tan animadas, sintiéndome como encantado mientras que estaba hablando!
Sumido como en un éxtasis de admiración por lo sublime y exquisito que ella decía,
me sucedia a menudo no oir las palabras que ella pronunciaba, ni fijar mi
atención en los términos que se expresaba. (…) sonámbulo continué andando como
un hombre extraviado, fluctuando en un mar de ensueños(…)”
En Diario
de un loco de Nikolai Gogol se lee una parte como en la siguiente donde se
expresan con fervor los sentimientos de este joven:
Día
34 de febrero de 343
¡No,
ya no tengo fuerzas para aguantar más! ¡Dios mío!, ¿qué es lo que están
haciendo conmigo? Me echan agua sobre la cabeza. No me hacen caso, no me miran
ni me escuchan. ¿Qué les he hecho yo, Señor? ¿Por qué me atormentan? ¿Qué es lo
que esperan de mí? ¡Ay, infeliz de mí! ¿Qué les puedo dar yo? Yo no tengo nada.
No tengo fuerzas, no puedo aguantar más todos los martirios que me hacen. Tengo
la cabeza ardiendo, y todo da vueltas en torno mío. ¡Sálvenme, llévenme de
aquí! ¡Que me den una troika con caballos veloces! ¡Siéntate, cochero, para
llevarme lejos de este mundo! ¡Más lejos, más lejos, para que no se vea
nada!... ¡Cómo ondea el cielo delante de mí! A lo lejos centelleaba una
estrella, el bosque de árboles sombríos desfila ante mis ojos, y por encima de
él asoma la luna nueva. Bajo mis pies se extiende una niebla azul oscura; oigo
una cuerda que sueña en la niebla; de un lado está el mar, y del otro, Italia;
allí, a lo lejos, se ven las chozas rusas. ¿Quizá sea mi casa la que se
vislumbra allá a lo lejos? ¿Es mi madre la que está sentada a la ventana? ¡Madrecita,
salva a tu pobre hijo! ¡Vierte unas cuantas lágrimas sobre su cabeza enferma!
¡Mira cómo lo martirizan! ¡Ampara en tu pecho a tu pobre huérfano! En el mundo
no hay sitio para él. ¡Lo persiguen! ¡Madrecita, ten piedad de tu niño
enfermo!... ¡Ah! ¿Sabe usted que el bey de Argel tiene una verruga debajo de la
nariz?
Las últimas
palabras de Don Juan en la obra Don juan Tenorio me parecen importantísimas en
cuanto a la conclusión de la obra y por eso las cito:
DON
JUAN
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Todas
estas obras están relacionadas entre ellas porque históricamente los periodos
en las que fueron escritas son representadas en la obra y esas representaciones
son el neoclasicismo y el romanticismo.
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