Por:
Antonio Gordillo
El
miedo a la muerte es uno de los miedos más comunes de la humanidad, es el miedo
a no saber cuándo ni cómo vas a dejar de existir en este universo que
conocemos.
Todos
tenemos este miedo solo que algunos lo tienen más que otros, por ejemplo,
puedes temer el hecho de no saber cuándo pero aceptas que en algún momento va a
pasar pero hay gente que lo convierte en fobia a la muerte, eso sucede cuando
el miedo natural que todos sentimos, se convierte en pánico irracional donde la
persona haría lo que sea por evitar morir.
Supersticiones
y “sustancias Milagro” es lo que la gente busca para lograr esconderse de la
muerte, pero hasta ahora ni los dioses ni los médicos nos han dado algo que
evada esa inevitable realidad que es el fin.
Por
lo cual hoy escribo sobre uno de los
muchos perseguidores de la inmortalidad , llamado Gilgamesh , Tras la muerte de
Enkidu, Gilgamesh sufrió por siete días
y siete noches un luto tan largo que pasa a convertirse en un miedo hacia la
muerte. Sufrió tanto después de la muerte de Enkindu que el simplemente desea
no morir, temiéndole al día en que su muerte llegue y lo absorba por completo
sacándolo de la existencia.
El
sufriendo de tal miedo y pánico, se embarca en un peregrinaje en busca de Utanapishtim, un hombre que por haber servido
tan bien a los dioses fue salvado de el diluvio que los dioses provocaron y se
volvió portador de la vida eterna. Gilgamesh fue en su viaje donde cruzo por
muchas cosas que lo hicieron temer más y seguir con ese deseo de evadir la
muerte que así se mantuvo, como deseo.
El
viaja atreves del jardín del paraíso
donde llega a una barca y ahí mientras viaja llega a una isla donde
Utanapishtim le revela que hay una planta bajo el agua, secreta de los dioses,
que las espinas le pincharan pero la flor le dará la vida eterna, entonces el
ata sus pies a unas rocas y se sumerge y consigue la flor, decide regresar a
uruk con la flor.
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