Por: Luisa Engelfried Orozco
El TAO: El TAO para mí después de haber leído este ensayo es
simplemente, la nada. Aunque la traducción literal sería “camino”, pero como lo
nombra aquí no tiene nada que ver con camino, porque siempre te dice que no
trates de encontrarlo, en el momento que dejes de intentar este va a llegar a
ti, es algo tan grande pero tan pequeño al mismo tiempo, inexplicable. Es el equilibrio,
la paz, el origen y el final. Humildad, sabiduría, la voluntad y la eternidad.
El TAO no sigue nada más que así mismo. Entonces, ¿Nosotros podemos seguir al
TAO?, parece que no porque si quieres seguirlo tienes que dejar de intentar,
esto se vuelve un poco contradictorio y abstracto. Solo puedes atenerte a él.
Armonía, Paz y Tranquilidad. “La nada”. Eso es lo que es el TAO es para mí.
El Sabio: En este ensayo “Sabio” se le llama
a la persona que se atiene y vive conforme la filosofía del TAO. Una persona
que se conoce a sí misma, nunca aparenta, se ama a sí mismo, nunca busca la
gloria. El Sabio actúa sin esperar nada, esconde sus méritos y nunca se
considera superior a los demás. Todos los pueblos tendrían que tener a un Sabio
como gobernante, así, este se alejaría de las guerras y comprendería las
alianzas que necesita su pueblo, se mantendría humilde, olvidarse de su Yo, y
su Yo progresaría así el pueblo pensará, ¡Qué bien lo hicimos!. El
Sabioconoce todo sin viajar, comprende todo sin observar y realiza todo sin
actuar.
No-Hacer, No-Ser, No-Conocimiento: Esto es lo que Lao Tse dice que esto es lo que debemos de hacer para
seguir al camino del TAO. El No-Ser es el origen del Cielo y la Tierra.
Practica el No-Hacer y todo permanecerá en orden. Conocer el No-Conocimiento es
lo más sublime del mundo. Entonces básicamente, para alcanzar el TAO tienes que
practicar esto al no practicarlo.
Muy linda reflexión, de eso se trata de fluir, de sentir, de ser. Vivir es mucho más sencillo de lo que se cree. Quien así vive es realmente sabio.
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