lunes, 2 de diciembre de 2013

“El arte de amar” De Ovidio: El amor en Roma

Por: Montserrat Mendoza Martínez 


Ovidio, el maestro del amor, nos da a conocer las reglas del matrimonio y el adulterio en su obra titulada “El arte de amar”. Este se divide en tres libros (lo que en la actualidad serían capítulos), el primero habla de los hombres, el segundo da consejos de amor y el tercero habla de las mujeres.


“Venus ha puesto bellas mujeres en Roma, la ciudad de su hijo Eneas”.

Ya entonces, como ahora, el amor y el romance eran el centro de la búsqueda del placer. Todo ciudadano romano debió haber leído “El arte de amar” pues era una especie de manual que enseñaba, a ambos sexos, el arte de atraer, mantener y engañar a su pareja.


Contiene consejos prácticos sobre técnicas de seducción, pero sobre todo relata la vida amorosa de dioses mitológicos para que funcionen como base educativa. Venus, Maple, Circe, Odiseo, Ícaro y Agamenón, son los personajes en los que se basa el autor.


Ovidio sabe que Roma es un imperio vanidoso, por esa razón aconseja a las féminas lo siguiente: Ten una risa decente, aprende a cantar, mueve tus caderas con gracia, es importante salir al pueblo para que los hombres contemplen tu hermosura, usa prendas que oculten tus defectos y que resalta tus atributos, frena la violencia, no te dejes llevar por la apariencia de un hombre, aprende juegos porque muchas veces jugando suele brotar el amor, no comas mucho y procura no tener suciedad en la boca.


Los consejos para los varones son: corre peligro por ella, dile sus buenas cualidades y que ella es la única que te complace, que tu semblante sea una fiel copia del suyo, admira la danza de una mujer, disfruta su voz cuando cante, y así que termine, duélete de que haya acabado tan pronto y sí eres pobre regalarle versos.

Lo que más resalta es: Ulises no era hermoso pero las divinidades sufrieron por su amor,  el amor odia la lentitud y no es para los tímidos.


También usa ejemplos o analogías de la naturaleza como este: “La rama del árbol se encorva fácilmente si la doblas poco a poco, y se rompe si la tuerces poniendo a contribución todo tu vigor” o “nuestros cabellos se van como las hojas de un árbol, apresúrate a coger la rosa; pues si tú no la coges, caerá torpemente marchita.”


En este popular poema, promueve el consumo de bebidas embriagantes pero siempre con moderación. “Entre el vino y los manjares sólo ha de reinar la alegría”. Los amantes comparten los banquetes y las copas. Ovidio propone el uso de afrodisíacos y de mezclas que brindan belleza a las mujeres (maquillaje).


Como ya comenté, el amor no ha cambiado mucho, una frase de Ovidio dice: si quieres ser amado, sé amable; la belleza del rostro ni la postura arrogante, bastan para asegurar el triunfo,  gobernarte de modo que tu amor viva largo tiempo.


En general, una persona de estos tiempos, puede encajar con ese pensamiento que tiene un encanto,  seducción y profundidad que trascienden a la posteridad.



Anonimo


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