“Beowulf” de: Anónimo: Muerte digna

Por: Alejandra Sarai López Guerrero Moreno

La historia comienza con el ataque del horrendo ogro Grendel, que durante 12 años ataca Herot, pero todo esto cambiará cuando el valiente Gauta Beowulf se entera y éste partiera hacia ahí para poder derrotar al ogro; luchando cuerpo a cuerpo con el y derrotándolo, agarrando su brazo como si fuese un trofeo.

Tras derrotar a Grendel, Beowulf es recompensado, pero después de pasar la noche en Herot sufre un nuevo ataque por parte de la madre del horrible ogro Grendel, quién rapta al mejor soldado danés y Beowulf parte en búsqueda de este soldado.

Beowulf encuentra a la madre de Grendel, en una cueva submarina, luchan y Beowulf sale nuevamente triunfando, volviendo con la cabeza de la madre de Grendel, y el brazo que con anterioridad la madre le había quitado a Beowulf.

Beowulf vuelve a su país natal y relata sus hazañas que hizo durante tres días en Dinamarca y anticipa futuros problemas con los Frizios. Pasan 50 años y Beowulf, quien para ese entonces ya era un rey, tiene un ultimo reto; luchar contra el dragón, quién amenaza con destruir su reinado.

Beowulf solo cuenta con la ayuda de su sobrino Wiglaf Beowulf sale a su encuentro para vengar a su gente, pero la reacción del dragón ha aterrado tanto a sus súbditos, que solamente Wiglaf se apresta para acompañarle.

Después de una cruenta batalla, ambos logran acabar con la bestia, pero Beowulf, gravemente herido, encomienda a su sobrino apoderarse del tesoro y utilizarlo para reconstruir el reino. Pasa su torque de oro a Wiglaf y le confía el reino.

Finalmente, Beowulf recibe un funeral, su cuerpo es colocado en una pira funeraria e incinerado. Luego se construye un túmulo con vistas al mar y se colocan allí sus restos junto al oro del dragón.

Beowulf durante toda su vida venció los retos que se le fueron presentando y podemos destacar que tuvo una muerte digna, en el sentido en que luchó hasta la muerte, y en su totalidad fue victorioso.

Cuando hacemos las cosas por el bienestar de los demás, se nos compensa de tal modo que los que nos rodean podrán estar orgullosos de nuestros actos.