“El Mio Cid” de anónimo: Deshonra.

Por: Paulina Navarro Montenegro

La obra comienza con El Mio Cid partiendo de su tierra Castilla, obedeciendo al rey Alfonso VI que lo ha desterrado a consecuencia de hechos que no están claros ya que la historia comienza con la despedida. Al irse, El Mio Cid deja a su esposa Jimena y a sus dos pequeñas hijas Elvira y Sol bajo el cuidado de su compañero hasta que llegue el día de su regreso.

El Mio Cid tiene grandes aventuras y batallas por varias ciudades y provincias y no pasa desapercibido, ya que cada una de sus luchas gana y a todos sus enemigos derrota. Esto llega hasta los oídos de sus anteriores vecinos en Castilla, así como al rey, y un par de infantes al enterarse de sus victorias se interesan en sus riquezas.

El campeador de Juan Cristóbal González Quesada, 1933

Aquí es donde lo interesante comienza: los infantes de Carrión, don Fernando y don Diego, querían vengarse del Mio Cid por simple envidia, así como obtener su riqueza y lo que deciden para lograr sus propósitos, es deshonrarlo. Cumplirán su cometido a través de las hijas de éste. Ambos pedirán las manos de las hijas Sol y Elvira al rey Alfonso VI y éste se las concederá. El Mio Cid regresa aunque no muy complacido a su tierra para estar presente en las bodas, y cuando los matrimonios están hechos, los dos hombres se llevan a sus esposas a Carrión, pero en el camino se detienen para darles golpes y otros abusos físicos a sus esposas para humillarlas a ellas y al mismo tiempo al Mio Cid.

Las hijas del Cid de Ignacio Pinazo,1879.
Doña Elvira y doña Sol aparecen atadas en el robledo de Corpes
tras ser vejadas por sus esposos, los infantes de Carrión.

“En la literatura del Siglo de Oro español hay un énfasis en el honor y honra en la obra del dramaturgo Calderón de la Barca. El honor es el sentimiento personal de la propia dignidad y se relaciona con la honestidad y la virtud que debemos conservar”

Al final, dos buenos hombres se casan con sus hijas después de que el rey se ha enterado de lo sucedido y las bodas han sido anuladas, así es como la honra de las mujeres y del propio Mio Cid es recuperada.