martes, 22 de octubre de 2013

"Cuento de Sinuhé": Anónimo: El miedo

Por: Galilea


El ser humano por naturaleza en ocasiones muestra miedo a diversas situaciones, pero es muy normal ya que todos pasamos alguna vez por esa etapa que nos lleva a sentir a lo más insólito de nuestro cuerpo.
El miedo o temor es una emoción caracterizada por una intensa sensación, habitualmente desagradable, provocada por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. Se encuentra en todos los animales por ejemplo el ser humano.
El miedo es la forma más común de organización  del cerebro primario. No es nada anormal si no que si no que más bien es lo normal en el ser humano como un método de supervivencia en el que tiene que adaptarse al medio en el que vive.
Éste resulta algo normal, algo que hace para el ser vivo una herramienta de autoprotección ya que todo su mundo o el lugar en donde se desenvuelve es hostil, es por lo que ha desarrollado esta capacidad.
El miedo es bueno en el sentido que nos hace fuertes y hace que nos adaptemos al medio en el que vivimos, es algo tan natural de nuestro cuerpo que trabaja por nuestra propia supervivencia. De mantenerse en este estado, el miedo sería como una cualidad, pero la sociedad lo ha deteriorado que en lugar de hacerlo una virtud o aptitud para nuestro cuerpo, es como una traba frente a la vida que nos gustaría vivir.
Cuantas veces por miedo no dejamos de hacer cosas que nos podrían beneficiar y nos vamos por el camino de la mediocridad. Es entonces cuando nos escudamos en esta emoción para dejar de hacer todo, cuando al contrario éste debería ser el impulso de nuestra vida que nos lleve a cumplir los retos de la vida.

Y dime ¿Qué has perdido por miedo?

2 comentarios:

  1. Pienso que el mi miedo es un dilema porque tiene sus dos caras, por una parte te hace ser prudente porque te evita de algunos peligros y por otra te hace ser tonto porque te hace perder muchas oportunidades y experiencias.

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  2. EL miedo para mi es un arma de dos filos, pues por una parte nos beneficia, como por ejemplo puede ser el impulso que nos ayuda a seguir viviendo o simplemente como nuestra propia defensa.
    Por otra parte no es malo porque al tomar decisiones nos bloquea y hace que cometamos errores demasiado caros.

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