Por
Marcelo Gutiérrez Abud
En este libro, todo comienza
con una extraña visión que tiene Dante, en la cual el está perdido en un bosque y todo está oscuro, sin embargo el
lucha por encontrar un pequeño espacio en el que se asome o se note alguna
señal de luz, y con gran desesperación camina a lo largo del bosque, hasta que
finalmente logra cruzarlo y queda exhausto a los pies de una enorme montaña,
pero realmente disfruta el que por fin la luz acariciara nuevamente su piel, y
renovaba sus esperanzas para continuar con su camino. Dante está decidido a
ascender la montaña, pero él no contaba con que las cosas se pondrían más
complicadas de lo que ya parecían. Al ir subiendo la montaña se topa con tres
grandes bestias salvajes.
Primero se encuentra con una
pantera hambrienta y furiosa, la cual representa la avaricia.
Después llega un león gigantesco
que tenía un temible aspecto, y este representa el orgullo.
Y por último, una loba que gruñía
en busca de alimento, la cual simboliza la lujuria.
Y de esta manera Dante
empieza a perder las esperanzas nuevamente, y las temibles bestias, las cuales
lo hacen retroceder provocan que este termine adentrado en el bosque de nuevo.
Nuevamente Dante estaba a
oscuras y en el corazón del bosque, con las bestias que por ningún motivo le
quitaban la mirada de encima. Dante desesperado alcanza a visualizar una sombra
que se veía entre el follaje y empieza a pedir que por favor lo ayude. El no podía
ver quién era el de la sombra, hasta que un claro le ilumino el rostro y Dante
se llevo una asombrosa sorpresa, era Virgilio (Virgilio es un poeta romano y él
fue el que inspiro a Dante a ser poeta), que había bajado desde la montaña
(limbo) para ayudarlo a salir y protegerlo de todo peligro. Dante le pide a
Virgilio que lo ayude a salir, pero Virgilio le dice que es imposible subir la
colina y que únicamente existe un camino para llegar hasta arriba, por el cual
primero deberían de pasar por el mundo de los espíritus, al entrar logro notar
que en una sombra se encontraban aquellos que habían pecado en la tierra y que
ahora sufrían por su maldad, por lo cual la primer escala del camino seria el
temible infierno.
Luego del infierno llagarían
al monte de la purificación, que será la segunda escala, y es donde moraban a
todos aquellos que habían pecado pero finalmente se arrepentían de sus culpas, ahí
sus almas eran purificadas para lograr la ascensión a los cielos.
Finalmente después de estas
escalas el cielo lo estaría esperando, pero a partir de ahí ya no lo acompañaría
Virgilio, si no que la amada de Dante, llamada Beatriz (mujer florentina de la
cual Dante estaba enamorado, pero nunca puede confesarle su amor debido a que
Beatriz fallece tan solo a los 20 años).
Virgilio le había dicho que
se encontraría con ella, pero para ello le esperaba un largo camino. En medida
que siguen avanzando Dante le empieza a confesar sus miedos a Virgilio, pero él
le hablo mansamente, y supo explicarle que sus miedos y temores eran normales,
y le empezó a contar del porque estaba ahí a su lado. Virgilio estaba en el
limbo, lugar donde viven las almas que ni se salvan ni se condenan, y ahí Virgilio
escucho la voz de una mujer, que era Beatriz, que le pedía que lo ayudara a
superar los peligros que estaba pasando Dante.
A lo largo del camino, después
de un tiempo se encuentran con una puerta enorme, la cual tenía una frase
escrita que decía:
A través de mi accede a la ciudad de la pena, a través de mi accede al dolor eterno, a través de mi la gente perdida para siempre. Toda esperanza debe ser abandonada por los que entren aquí.
A través de mi accede a la ciudad de la pena, a través de mi accede al dolor eterno, a través de mi la gente perdida para siempre. Toda esperanza debe ser abandonada por los que entren aquí.
Esa era la puerta del
infierno.
Virgilio comprende los
miedos de Dante nuevamente y toma su mano, mientras van caminando Dante empieza
escuchar una infinidad de suspiros, quejas y gemidos, una multitud de espíritus
se les acercaban hablando varias cosas en diferentes idiomas.
Después llegaron a la orilla
de un rio, que era el Aqueronte, en donde una multitud de almas esperaban que
llegara el barco. Caronte (el que maneja la balsa) al ver que Dante no estaba
muerto, se niega a transportarlo, pero Virgilio habla sabiamente con él, y
finalmente lo deja. A medio camino Dante cae desmayado profundamente, pero al
despertar ya no estaba en la balsa, ahora estaba en el limbo, lugar donde
habitaba su maestro Virgilio.
En el limbo se le acercan
unas almas, las cuales eran los mas famosos poetas de la antigüedad, estos
eran: Homero, Horacio, Ovidio y Lucano.
Nos dice que el infierno es
un abismo inmenso que está dividido en 9 círculos, y que en cada uno de ellos se
purgan los pecados.
El primer círculo es el
limbo, en el moraban a aquellos paganos que llevaron una vida noble y sin
pecados, pero debido a que no estaban bautizados no podían gozar de la gloria
del cielo, pero tampoco debían de sufrir los terribles castigos del infierno.
El segundo círculo es el
infierno: aquí castigados
los pecadores incontinentes y en particular los lujuriosos. Ahí se encuentra Minos
(antiguo rey de Creta).
Tercer
círculo: ahí recibían su castigo los glotones, la pena que sufrían era
proporcional a la culpa. Su castigo era estar hundidos hasta la mitad en barro.
Cuarto
circulo: aquí eran castigados los pródigos y los avaros. Llevaban piedras de
lado a lado.
Quinto
circulo en la laguna estigia: estaba llena de espíritus que estaban hundidos golpeándose
unos a otros y lamentándose de su pasado y de lo que habían hecho. Sus almas pertenecían
a aquellos que se dejaban dominar por la cólera.
Sexto
circulo: los violentos recibían su castigo.
Séptimo
circulo: su entrada estaba custodiada por un minotauro. El séptimo circulo era
un rio de sangre hirviente, que es donde las almas pagaban el precio por haber
asesinado a algún semejante, y miles de centauros les arrojaban flechas, para
impedir que los espíritus llegasen a la orilla.
Octavo
circulo: un bosque de espinas, en donde Dante escuchaba suspiros pero no sabía
de dónde venían, y Virgilio le pide que corte la rama de un árbol, y al hacerlo
este comenzó a sangrar y a hablar, y estos eran las personas que no pudieron
soportar la realidad y se dieron muerte a sí mismos.
Noveno
circulo: estaban en una llanura, y ahí se encontraban los violentos contra
Dios. Las almas estaban tiradas, o corriendo de un lado a otro mientras una
enorme tormenta de fuego les caía encima, las almas intentaban apartarlas con
las manos pero era inútil.
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