Por: Alejandra Padilla Alanis
Tras la
muerte del faraón Amenemhat I, el mayor de sus hijos Sesostris I tomo el reino
como era su deber, pero todos los demás hijos querían ese puesto.
Sinohé que era el hombre de confianza del faraón Amenemhat,
escucho que el faraón Amenemhat había sido víctima de un complot del cual había
estado al mando el príncipe y por no haber dicho nada a Sesostris I se sintió
culpable y decidió huir.
Encontraron a Sinohé en el desierto un grupo de personas y se
unió a ellos y fue querido por todos. Se convirtió en uno de los hombres más
ricos y poderosos y por supuesto, habían hombres que
le tenían envidia y eso provoco una pelea entre uno de ellos y
Sinohé; Sinohé salió victorioso.
Sinohé extrañaba su tierra y quería regresar pero por miedo no
lo hacía, y en Egipto reinaba el faraón Sesostris I y le llegaron noticias de
Sinohé y quiso que regresara a su tierra.
Al final, regresó a Egipto como que él deseaba.
Sinohé no tuvo por qué irse al principio, el no tuvo nada que
ver con la muerte del faraón Amenemhat I. El que nada debe, nada teme y al huir
dio totalmente otro mensaje, dio entender que él estuvo involucrado
en ese complot y envés de complicarse la vida, hubiera sido honesto y
le hubiera dicho a Sesostris I sobre lo que sabía.
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