Por: Francisco Sebastián Figueroa Govea
En
Edipo el Colono, tras segarse y desterrarse de Tebas, Edipo parte hacia una
aldea de Ática, en la cual el oráculo le ha predicho su muerte, su hija
Antígona lo acompaña todo el tiempo durante su viaje, pero la gente del pueblo
no lo quiere recibir en sus moradas ni dentro de la aldea.
El
rey Teseo, le muestra
compasión y lo protege de la población sabiendo que a Edipo no le quedan
muchos días por delante, después de poco tiempo, los truenos en el cielo
le advierten a Edipo que es su hora de morir, y se va caminando sin su hija y
desolado pues su hora de muerte ha llegado.
Camina
hasta llegar a un punto en el que nadie lo puede ver, y como le había prometido
Teseo, lo iban a enterrar ahí para que protegiera al pueblo de Ática.
Su
hija Antígona regresa triste a Tebas con sus demás hermanos, y así acaba Edipo
Colono.
Se
puede notar que Edipo viaja con la cabeza baja, sin querer ser reconocido, y no
le queda más que aceptar su pena y acabar su vida de la manera más digna
posible.
El
solo quería conseguir un lugar tranquilo para bien morir y poder
descansar en paz los últimas días de su vida.
El
segarse fue una señal de que no quería ver sus actos y a sus hijos, concebidos
con Yocasta su madre y también era una prueba constante de lo
que había hecho y un remordimiento que no lo dejaba vivir.
Perdió
toda comunicación con sus familiares cercanos, y sus amigos,
excepto algunos de sus hijos, los cuales lo ayudaron a caminar hasta Ática,
pero en sí, Edipo ya no tenia razones para seguir viviendo, pues
esperaba día con día la señal que llamaría a su muerte.
Polinice y Eteocles también son la prueba de
que ha dejado un desorden en Tebas, sin rey y con dos hijos disputándose
el trono casi a punto de declararse la guerra, Edipo quería olvidar todo y
dejarlo en el pasado pues ya solo le importaba morir en paz y descansar
su conciencia y llegar a ser el protector de esa tierra.
La historia es triste, pero rescato una parte de piedad y humildad, que todos debemos tener y practicar ya que siempre recibes lo que das, aunque en este caso Edipo no hizo nada para merecer su destino, fue humilde en reconocer sus acciones y asumir sus consecuencias.
ResponderEliminarEsta es una historia interesante y a la vez triste que no conocía, no me agradó mucho porque habla principalmente sobre el dolor y arrepentimiento de Edipo
ResponderEliminarEste ensayo habla sobre la humildad, la caridad, así como del desprecio y el destino. Todos deberíamos tener claro nuestro destino y caminar hacia éste con claridad y objetividad, buscando la felicidad en el camino...
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