De la confianza a la traición Por:
Galilea
Es
impresionante como nuestros antiguos textos relatan claramente que la traición
ha sido una de las peores artimañas que una persona puede hacer, como la acción
de defraudar a familia, amigos, grupo
étnico, religión, u otro grupo al cual pueda pertenecerse, haciendo lo
contrario a lo que los otros esperan.
Cuando
se traiciona es porque no se está de acuerdo con las políticas, aspectos o
reglas que rigen la conducta humana o simplemente por la envidia (como lo
mostró claramente Ganelón hacia el rey Carlo Magno) que profesas hacia otra
persona.
Para
que se dé una traición, es necesario que se haga presente la confianza que
siente el traicionado con el traidor, lo cual ya obscurece bastante el asunto,
porque si nos fijamos bien, confiar no es algo voluntario, es algo que se da y
ya, yo no elijo si confiar o no en alguien, justo porque confío en ese alguien
espero o dejo de esperar que haga o no haga algo, nunca es al revés. Si así lo
fuera, entonces el traidor no tendría porque ser visto con malos ojos, pues él
es lo que es, y es el traicionado quien decidió depositar su confianza de
manera descuidada.
Con esto no quiero decir que seamos unos desconfiados de cualquier individuo, si no, que mas bien ser mas perspicaces y sepamos elegir a la persona que realmente merece nuestra confianza, sé que puede sonar una tarea difícil porque realmente lo es, ya que en la persona en la que confiemos puede aparentar alguien quien no es y de esa forma poder ganarse nuestra confianza.
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