sábado, 22 de febrero de 2014

"Poema del Mio Cid" de Anónimo: Esperanza

Lunes 24 de Febrero del 2014                                                             Camila Aranzazu Mata Montoya.



El mio Cid tras ser desterrado de Castilla por el Rey Alfonso, y un plazo de nueve días que lo persigue debe dejar Castilla así despidiéndose de sus mujer y de sus hijas, el Cid deja Castilla en nueve días con unos pocos hombres que  decidieron seguirlo.


Tras pasar las tierras del Rey Alfonso, el Cid habla con su mesnada para explicar lo posible que puede que llegue a pasar en el tiempo que ellos estén con él, tratando de explicarles con verdad que si tiene éxito ganaran grandes tesoros y así decide comenzar a andar el caballero con un poco de esperanza en que tendrá éxito en sus batallas.


A su suerte gana las batallas que se le presentan y propone siempre con la esperanza de ganar dichosos tesoros para compartirla con su mesnada y su mano derecha Minaya.


Poco a poco la gente comienza a unírsele, pues el Cid crea un poco de esperanza a todo aquel que dese acompañarlo.


Tras unos meses, se da cuenta que esa esperanza le a dado un gran grupo de personas las cuales le siguen y todos dispuestos a combatir con el mio Cid.


Poco después el Rey Alfonso al ver sus logros le da la esperanza a Minaya como mensajero del mio Cid y mano derecha de este, el perdón que el tanto deseo.


Poco a poco el Cid se da cuenta de su gran poder y sale a combatir queriendo poseer grandes tierras, por desgracia pierde una batalla y al reponerse consigue la ciudad de Valencia, después manda a Minaya con el Rey esperanzado en que le conceda el poder llevar a su mujer y a sus hijas a 
Valencia.


http://www.revistakatharsis.com/images/cid2.jpg
El Rey acepta y con gusto le concede el perdón que tanto deseo el Cid y ordena a Alvar de Fañéz que le conceda al Cid lo que pide, esperanzado a que el Cid siga trayendo honra a su Rey como el Cid lo hizo para si mismo tras a ver ganado tantas tierras y haber reunido a tanta gente que le siguiera esperanzado a que el Cid los ayúdese.


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