Por: Paula Rovelo Urdapilleta
Las obras del siglo Barroco se diferencian de las
otras por su contenido y tema desafiante y a la vez respetuoso hacia las
figuras de autoridad, no solo las muestran enaltecidas si no que desarrollan
problemáticas donde las clases sociales más bajas interactúan con la realeza,
mostrando así la condición humana de ocultar la verdad como manera de defensa.
Ya que los defectos son naturales en el ser humano al igual que las ganas de
ser mejores que los que nos rodean, también las mentiras van indirectamente
dirigidas al que las inventa, porque es una realidad alternativa que le parece
mejor al individuo.
En el siglo XVIII la literatura religiosa del
Barroco se centra en ir en contra de la contrarreforma que fue un movimiento
del catolicismo que tenía el propósito de enfrentarse a la iglesia católica,
corregir sus fallas y detener su avance y expansión. La contrarreforma
consiguió que la inquisición regresara con más fuerza y que se creara la creación
de la compañía de Jesús como el modelo de las órdenes religiosas, así como la
reunión del concilio de Trento. Durante este periodo el teatro debía de traer
los valores católicos olvidados a la sociedad así que los escritores españoles
recurrieron a desentenderse de la realidad y presentrar casi “utopías” donde el
orden siempre gana, se satiriza la realidad y nace la novela picarezca gracias
a Góngora, y se expone la queja sobre lo banal que es el mundo
(estoicismo) y se critican defectos,
vicios y pecados.
En la obra de la verdad sospechosa Don García regresa
a Madrid después de una larga temporada lejos de casa, el Letrado le informa a
su padre, Don Beltrán, que el único vicio de Don García es mentir. Don García
no solo miente para sorprender mujeres, si no para sorprender hombres y
conseguir lo que quiere que su padre le de lo que quiere. Don García tiene
fuertes problemas de inseguridad ya que no puede enamorar a Lucrecia con solo
palabras como un buen Don Juan, él la engancha diciéndole que durante un año la
ha adorado y ella no sé daba cuenta.
“Don García.-
¿Qué hasta aquí de mi afición nunca tuviste indicio?
Jacinta.- ¿Cómo
si jamás os vi?
Don García.-
¿Tampoco ha valido, ¡ay Dios! Más de un año que por vos he andado fuera de mí?
Tristán.-
(Aparte) ¿Un año, y ayer llegó a la Corte?”(Ruíz de Alarcón. Juan)
Después les
miente a los otros hombres para que crean que hace fiestas buenas y que conoció
al amor de su vida, pero estas son cosas que solo añora Don García. Al igual le
miente a su padre para evitar el casamiento con la que no era la mujer que él
amaba (aunque sí era pero en no lo pensaba así). Pero el mentiroso se descubre
frente a su amada, diciéndole que él es casado para todas las mujeres menos
ella, descubre una de sus mentiras dejándose con una capa menos de protección y
así demuestra su amor puro hacia ella. Lamentablemente la consecuencia a sus
mentiras es su casamiento con una mujer que él no ama pero Jacinta se queda con
su amor Don Juan.
En Fuenteovejuna todos deciden mentir para
protegerse entre ellos ya que saben que todos tienen algo de culpabilidad
respecto al asesinato del comendador. Tanto Laurencia que dio el último empujón
para que el pueblo se revelara, Frondoso que desafió por vez primera al
Comendador, Esteban que era Alcalde, Mengo que hizo que todos sintieran lástima
por lo que pasaba al enfrentar al comendador, los labradores y labradoras que
llevaban su cabeza en una lanza y todos
los habitantes de Fuenteovejuna de desearon asesinarlo alguna vez por cómo
trataba a las mujeres, y sin embargo al ser llevados a la tortura y el tormento
ninguno reveló quien mató al Comendador
“Frondoso.- ¿Qué
es tu consejo?
Esteban.- Morir
diciendo Fuente Ovejuna, y a nadie saquen de aquí
Frondoso.- Es el
camino derecho. Fuente ovejuna lo ha hecho
Esteban.- ¿Queréis responder así?
Esteban.- ¿Queréis responder así?
Todos.- Sí”(Lope
de Vega)
Y aún después de
la tortura del Juez todos siguieron respondiendo “Fuente Ovejuna lo hizo”, esta
obra no solo es una oda al poder del pueblo para acabar con la tiranía de una
figura al poder, también lo es de su unión al no revelar la verdad, fueron
torturados todos y cada uno de ellos, incluyendo a los niños y ninguno culpó a
nadie. Ocultar la verdad logró que estuvieran todos unidos y regresaran todos
vivos a Fuente ovejuna, por más que el instinto del ser humano sea cuidar la
vida propia o la de un ser querido todos sucumbieron el impulso para hacer caso
al de la unión en la comunidad. Y se
muestra que los Reyes católicos; Isabel y Fernando no son malos gobernantes
como el comendador y ellos se preocupan y perdonan al pueblo.
En El Burlador de Sevilla el personaje principal,
Don Juan, engaña a las mujeres enamorándolas solo para aprovecharse de ellas, esto
demuestra lo que conocemos en la literatura como el modelo se determinar lo que
se desea en las mujeres y en los hombres, las damas que terminan siendo la
compañía por una noche de Don Juan desean que él las ame las y les sea fiel y
Don Juan sólo desea tener sexo con cuantas mujeres pueda y quiera. Todas las mujeres quedan destrozadas al darse
cuenta de que su amor y pureza les ha sido arrebatada y esto queda como claro
ejemplo de la contra reforma sin importar si las mujeres amaban a Don Juan
ellas se veían obligadas a contraer matrimonio con él. Pero el Burlador de
Sevilla también tiene su mensaje dirigido a los seres humanos en general; la
muerte de Don Juan Tenorio le es entregada por el fantasma de Gonzalo que le
dice:
“Gonzalo.-Ésta
es la justicia de dios. Quien tal hace que tal pague.” (De Molina. Tirso)
Y queda
demostrada la contra reforma que afirma que dios castiga.
En Amor es más laberinto Ariadna constantemente se
engaña a si misma diciendo que Teseo la ama y su hermana Fedra se engaña
convenciéndose de que Teseo no la ama. Las mujeres de la sociedad pasan sufriendo y
se enamoran de ello, ya que les encanta el hombre que no las ama y eso es algo
que Sor Juana tiene muy marcado en sus sonetos y varias de sus obras:
“Cuál sea mejor,
amar o aborrecer.
Al que ingrato
me deja, busco amante;
al que amante me
sigue, dejo ingrata;
constante adoro
a quien mi amor maltrata;
maltrato a quien
mi amor busca constante.
Al que trato de
amor, hallo diamante
y soy diamante
al que de amor me trata;
triunfante
quiero ver al que me mata
y mato a quien
me quiere ver triunfante.
Si a éste pago,
padece mi deseo;
si ruego a
aquél, mi pundonor enojo:
de entrambos
modos infeliz me veo.
Pero yo por
mejor partido escojo
de quien no
quiero, ser violento empleo,
que de quien no
me quiere, vil despojo.” (Sor Juana Inés de la Cruz)
Así que aquí uno
de los temas importantes es el amor que las dos hermanas sienten por un hombre
que probablemente no las ama y que su padre no aprueba, las dos pelean por el
de manera diferente pero aunque Ariadna le ayude a escapar del laberinto él
solo quiere matar al minotauro y estar con Fedra:
“Infeliz soy y
dichoso
en un tiempo,
pues combaten
a mi pecho,
entre imposibles,
amantes
neutralidades.
Fedra, a quien
mi amor
erige rendimientos
por altares,
adoraciones me
intima,
afectos me
persüade.
Ariadna, a quien
no le debo
menos que la
vida, amante,
si no me rindo a
su cielo,
de ingrato he de
hacer alarde;
porque si fue el
instrumento
para que yo me
librase
dando muerte al
Minotauro,
¿en qué pecho
noble cabe
recibir el
beneficio,
para no saber
pagarle?” (Sor Juana Inés de la Cruz)
Pero Fedra niega
que Teseo la ama para hacer cómo que sufre y Ariadna piensa que aún tiene
oportunidad de estar con él aunque sabe que no la hay, en esta obra la mayor
mentira es a ellas mismas.
Se concluye al
final que a pesar de la manera de escribir que hay en diferentes siglos y
corrientes, las mentiras son un mecanismo del ser humano para defenderse y
proyectar lo que desean ser.
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