domingo, 27 de octubre de 2013

“Gilgamesh” de Ludmila Zeman: La amistad entre iguales.


Por: Paulina Navarro Montenegro

Al iniciar esta historia, se narra como Gilgamesh, gobernante soberbio y solitario de Uruk, conoce a su primer amigo.

Gilgamesh era mitad dios y mitad hombre, y encasillado en su arrogancia estaba construyendo con las manos y sudor de los pobladores una altísima muralla que rodearía toda su nación. Después de un tiempo,  cuando los Dioses escucharon las plegarias y suplicas de los habitantes que estaban muriendo de fatiga y hambre a causa del pesado trabajo de edificación, y se dieron cuenta de la manera tan absolutista en la que Gilgamesh estaba gobernando a su pueblo, crearon una criatura a la cual llamaron Enkidú, para que luchara contra Gilagmesh y lo venciera y así poder acabar con el sufrimiento del pueblo.

Enkidú fue enviado desde el cielo al bosque para que comenzara su vida en la tierra junto con los animales, y así no le sucediera lo mismo que a Gilgamesh y no se transformara en un ser cruel. Cuando Enkidú fue descubierto por un cazador del pueblo de Gilgamesh, el cazador se sitió instantáneamente atemorizado ya que no conocía a una criatura tan fuerte como su gobernante Gilgamesh, que era casi invencible en consecuencia a ser mitad Dios. Entonces avisó a Gilgamesh y éste lo mando traer a través de Shamhat, quien fuera una puta sagrada para que lucharan y vencerlo frente a todo su pueblo para que una vez más, reconocieran cuan poderoso era.

Lo que sucede, es que los Dioses habían creado a Enkidú con exactamente la misma fuerza que Gilgamesh, de modo que los dos fueran equivalentes.


Asi es como, en la batalla que se suscitó en la muralla, al luchar en una contienda a la que no se le veía fin por el mismo motivo de las fuerzas similares, Gilgamesh pisa una piedra floja de la pared y resbala. Justo antes de que el rey caiga, Enkidú le tienede la mano. Este es el comenzó de la amistad más sincera, noble y conmovedora de la historia, la de estos dos seres que se encuentran en igualdad de situaciones. Esta es la única manera en la que Gilgamesh puso alguna vez hacerse de un amigo, porque Enkidú no era ni más fuerte ni más débil que el. Así funcionan las amistades verdaderas: sin envidia y sin lástima, de otra manera no podría nunca funcionar.

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