Por: Natalia Zoé
Ramos Aguilera
Basándome únicamente en el primer capítulo del libro, ya que
ese fue el requerido, relatare resumidamente los hallazgos que ocurrieron
durante el comienzo de los viajes de Eneas.
Al principio se relata como la ira de Juno, nombrada así en
la mitología romana, pero siendo el equivalente a Hera en la griega, va con el
dios Eolo a que la ayude a desatar una gran tormenta con ayuda del viento, para
que las veinte embarcaciones de Eneas sean destruidas y los troyanos abordo
mueran. Al lograr gran parte de su objetivo, Neptuno el equivalente de
Poseidón despierta y contempla
todo el desastre hecho, haciéndolo enfurecer ya que se ha realizado sin su
aprobación. Viendo la destrucción total de todas las embarcaciones, ayuda a los
sobrevivientes a encallar en tierra firme, las tierras donde estos se posan es
la isla de Libia.
Cuando Venus, madre de Eneas se da cuenta del atentado,
va a los brazos de Júpiter, el
equivalente de Zeus, a pedirle piedad para los troyanos. Júpiter comienza a
relatar el destino de Eneas y como el será el gran fundador de Roma.
Cuando Eneas y los tripulantes troyanos reaccionaron después
del desastre, Eneas completamente perdido fue en busca de alimento para sus
marineros, al encontrar animales este
llevó siete ciervos los cuales fueron cocinados con gran gozo para después ser
completamente devorados. Al haber terminado con el festín Eneas comenzó a
esparcir frases de esperanza y motivación a los troyanos. Eneas decidió averiguar
que era lo que habitaba la isla, si humanos o simplemente bestias, en el
trayecto lo acompañó Acates. Al haber penetrado a una espesa selva los dos
jóvenes se encontraron con Venus disfrazada de una virgen espartana, la cual
comenzó a indagar acerca del lugar donde se encontraban, Venus relato la
historia de la reina Dido y como ella había logrado levantar su reino, después
la diosa añadió felizmente que las tripulaciones de Eneas estarían devuelta. Eneas cuando vio
partir a la guerrera, a lo lejos notó que era su madre y este desconcertado
gritó por que esta no se le presentaba en su forma natural.
Cuando llegaron al palacio de Dido, Eneas explico sus tragedias y ella acogió a
la tripulación troyana
amablemente, brindando un gran banquete. Al Venus ver todo lo sucedido
levanto sospechas de que Juno traumaba algo, ya que en el reino de Dido, el
dios al que veneraban era Juno. Venus rápidamente acudió a la ayuda de su hijo
Cupido el equivalente de Eros y le pidió como favor que hiciera caer ante Eneas
el amor de Dido.
(Eneas con su padre Anquises, su hijo Ascanio junto a la reina Dido)
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