martes, 23 de septiembre de 2014

"La protección es derivada del peligro"









Nombre: Iván Tello

Maestra: Margarita Díaz de León

Materia: Literatura

Trabajo: Ensayo

Fecha de entrega: 24/09/14




Ensayo Literatura
Tema: Protección
Hipótesis: La protección es derivada del peligro.
Primeramente estas obras fueron escritas durante el barroco español (época del siglo xvii la cual los protestantes peleaban contra los cristianos gracias a las ventas mientras que el concilio de Trento buscaba re fortalecer la iglesia católica y la inquisición. En el barroco a una regla principal hacia las mujeres que es que no podían admirar el cuerpo masculino.
El barroco o también conocido como el siglo de oro el cual fue una época opuesta al renacimiento (movimiento cultural que se dio en Europa Occidental en los siglos xv y xvi) se caracterizó por ser una contrareforma( Jesuitas y Dominicos dirigidos por San Ignacio de Noyola apoyan el concilio de Trento para que así regrese la inquisición). Se caracterizó por tener el uso exagerado de elipsis y del hipérbaton, por tener una gran variedad de citas mitológicas (dioses grecolatinos) y por el gran uso de las figuras retóricas: Metáfora, Terceto, Cuarteto, etc…
Dentro del barroco se encuentra el teatro el cual fue un periodo de esplendor para el teatro como género literario y algunos lo tomaron como un “espectáculo” que se extendió desde Italia hasta el resto de Europa en el siglo xvii. Durante el barroco se conformaron 2 teatros nacionales muy importantes: “La Comedia del arte” en Italia en el cual destacaron autores como: Lope de Vega, Shakespeare y Calderón de la barca, y el segundo teatro estaba situado en Francia el cual era el “Teatro isabelino”. Estos teatros hicieron un gran desarrollo de la escenografía lo cual hizo que se creara el “ballet” y la “ópera” ya que estos eran los más destacados.
En esta época del siglo de oro se encuentran muchos escritores famosos como:
-Luis de Góngora y Argote (1561-1627).
-Pedro Calderón de la Barca (1600-1681).
-Félix Lope de Vega (1562-1635).
-Juan Ruiz de Alarcón (1581-1639).
-Juana de Asbaje y Ramírez de Santillán (1648-1695).
El barroco español se puede relacionar con las obras ya que en ambos se puede percibir el tema de la protección ya que por ejemplo en el barroco los jesuitas y dominicos peleaban por el concilio de Trento y en las obras el tema que resalta entre ellas es la Protección gracias al amor.


En fuente ovejuna el tema de la protección por amor es visible cuando el Comendador quiere abusar de Laurencia y en el momento en que el Comendador baja la ballesta para usar la fuerza física, entra Frondoso y toma la ballesta amenazando al Comendador y protegiendo a Laurencia y dice:
Comendador: No te defiendas.
Frondoso: si tomo la ballesta ¡vive el cielo que no la ponga en el hombro!.
Comendador: Anda, ríndete.
Laurencia: ¡Cielos, ayúdame agora!
Comendador: Solos estamos; no tengas miedo.
Frondoso: Comendador generoso, dejad la moza, o creer que de mi agravio y enojo será blanco vuestro pecho, aunque la cruz me da asombro.
Comendador: ¡Perro, villano!
Frondoso: No hay perro. Huye, Laurencia
Laurencia: Frondoso, mira lo que haces.
Frondoso: ¡vete!.
(Escena xi, página: 48-49)












La protección vuelve a mostrarse más adelante cuando el Comendador interrumpe la boda de Frondoso y Laurencia llevándose a Frondoso a la cárcel y a Laurencia consigo para poder abusar de ella ya que ella lo rechazó y entonces el pueblo decide revelarse ante el comendador protegiendo a su pueblo y a Laurencia del este.
 El pueblo termina matando al comendador y se protegen entre ellos mismos al momento en que dicen que el culpable es “Fuente Ovejuna”.

Todos: ¡Viva Fuente Ovejuna! Mueran malos cristianos y traidores.
Comendador: ¿No me queréis oir? Yo estoy hablando, yo soy vuestro señor.
Todos: Nuestros señores son los reyes católicos.
Comendador: Espera.
Todos: ¡Fuente Ovejuna y Fernán Gómez mueran!.
(Acto iii, Escena vii, página 98).












En la obra de “El burlador de Sevilla” la protección se muestra a la mitad de la obra que es cuando Juan Tenorio después de haber seducido y engañado a muchas mujeres, Mota le cuenta sobre una mujer llamada Ana la cual es muy bella y demás y entonces él decide ir a seducirla y poder acostarse con ella, cuando Ana descubre que es un mentiroso y traidor y sabe que no hay nadie que la protega, entra Gonzalo, se interpone ante él para proteger a Ana siendo asesinado por Don Juan.
Ana: ¡Falso! No eres el marqués, que me has engañado.
Don Juan: Digo que lo soy.
Ana: Fiero enemigo, ¡mientes!.
Gonzalo (salo con la espada desnuda): La voz es de doña Ana la que siento.
Ana: ¿No hay quien mate a este traidor, homicida de mi honor?
Don Gonzalo: ¿Hay tan grande atrevimiento? Muerto honor, dijo, ¡ay de mí!, y es su lengua tan liviana que aquí sirve de campana.
Ana: Matalde.
Don Juan: ¿Quién esta aquí?.
Don Gonzalo: la barbacana caída de la torre de mi honor, echaste en tierra, traidor, donde el alcaide la vida.
Don Juan: Déjame Pasar.
Don Gonzalo: ¿Pasar?, por la punta de esta espada.
Don Juan: Morirás.
Don Gonzalo: No importa nada.
Don Juan: Desta suerte muero.
Don Gonzalo: ¡Ay, que me has dado la muerte!.
(Jornada segunda, página 177).




Próximamente se vuelve a encontrar el tema de la protección cuando Isabel se encuentra hablando con la pescadora Tisbea sobre la deshonra que esta sufrió a causa de Don Juan Tenorio y deciden ir con el rey junto con Octavio para comentarle todo acerca de cómo es Don Juan y entonces el rey muestra la protección hacia las mujeres mandando capturar a Don Juan para poder desterrarlo.

Rey: ¿Llegó al fin Isabela?.
Don Diego: Y disgustada.
Rey: Pues, ¿No has tomado bien el casamiento?.
Don Diego: Siente, señor, el nombre de infamada.
Rey: De otra causa procede su tormento, ¿Dónde está ?.
Don Diego: En el convento.
Rey: Que salga del convento, que quiero que en palacio asista con la reina más del espacio.
(Jornada Tercera, página 195).

Octavio: Ya sabes, señor, por cartas de tu embajador, y el mundo por la lengua de la fama sabe, que Don Juan Tenorio, en Napolés una noche, para mí noche tan mala, con mi nombre profanó el sagrado de una dama.
Rey: No pases más adelante, ya supe vuestra desgracia. En efecto ‘Qué quiere?.
Octavio: Licencia que en la campaña defienda como es traidor.
(Jornada Tercera, página 196).





En la obra La verdad sospechosa la protección se puede apreciar en el momento en que Félix protege a Don Juan y a Don García ya que impide que los dos tengan su duelo a muerte o su desafío que ya estaba predicho.
Félix: Deténganse caballeros; que aquí estoy yo.
García: ¡Que venga agora quien me detenga!.
Félix: Vestid los fuertes aceros, que fue falsa la ocasión de esta pendencia.
Juan: Ya había dícholo así Don García, pero, por la obligación en que pone el desafío, desnudó el valiente acero.
Félix: Hizo como caballero de tanto valor y brío; y pues bien quedado habéis con esto, merezca yo que a quien de celoso erró perdón y las manos deis.
(Acto segundo, página 84-85).

Próximamente Don García protege sus palabras en el momento en que su padre (Don Beltrán) empieza a descubrir que es un mentiroso.
Beltrán: ¿Cuál es el nombre de tu suegro?.
García: Don Diego
Beltrán: O yo me he engañado, u otras veces le has nombrado “Don Pedro”.
García: Tambipen me acuerdo de eso mismo; pero son suyos ambos nombres.
Beltrán: ¿Diego y Pedro?.
García: No te asombres, que por una condición, “Don Diego” se ha de llamar de su casa el sucesor. Llamábase mi señor “Don Pedro” antes de heredar, y como se puso luego “Don Diego” porque heredó, después se llamó “Don  Pedro” ya “don Diego.
(Acto Tercero, página 105-106).





Por último en la obra Amor es más Laberinto la protección primeramente se muestra cuando Ariadna está enamorada de Teseo, pero Teseo se encuentra enamorado de su hermana, Fedra, y en el momento en que Teseo y otros 13 hombres son elegidos por Minos (rey de Creta) para ser sacrificados con el “Minotauro”, Ariadna le da una espada a Teseo para que pueda derrotar al Minotauro y también le da un hilo con el cual se guiará para después de haber matado al Minotauro, salir del laberinto sin pierde alguno.

Ariadna: No hay que dudar, porque yo al verle bajar al parque, armado y cruel, bajé escondido tras él y se lo vide matar. Demás, que él ahora ha entrado, mostrando indicios no escasos, con apresurados pasos y con aliento turbado, el acero ensangrentado, el rostro pálido y fiero, que dé la cara se fue la sangre al acero.
(Escena viii, página 761).


Por último la protección se encuentra cuando el rey Minos perdona a Teseo y le quiere regalar su reino como prueba de perdón y entonces Teseo no lo acepta pero le dice que quiere la mano de Fedra y entonces el rey Minos por obvias razones tendrá la mayor protección posible hacia Teseo y su hija Fedra.

Rey: ¿Pero qué aguardas?. Pide todo el reino.
Teseo: Cosa más rica pido, señor, que es a Fedra cuya hermosura divina es sólo el premio que quiero.
Rey: Por mí ya está concedida.
(Escena xiv, página 775).

En todas estas obras se concluye que uno de los temas principales es la protección ya que se muestra de forma relativa en todas de las obras anteriormente mencionadas.






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