Nombre: Iván Tello
Maestra: Margarita Díaz de
León
Materia: Literatura
Trabajo: Ensayo
Fecha de entrega: 24/09/14
Ensayo Literatura
Tema: Protección
Hipótesis: La protección es derivada del peligro.
Primeramente estas obras fueron escritas durante el
barroco español (época del siglo xvii la cual los protestantes peleaban contra
los cristianos gracias a las ventas mientras que el concilio de Trento buscaba re
fortalecer la iglesia católica y la inquisición. En el barroco a una regla
principal hacia las mujeres que es que no podían admirar el cuerpo masculino.
El barroco o también conocido como el siglo de oro
el cual fue una época opuesta al renacimiento (movimiento cultural que se dio en
Europa Occidental en los siglos xv y xvi) se caracterizó por ser una
contrareforma( Jesuitas y Dominicos dirigidos por San Ignacio de Noyola apoyan
el concilio de Trento para que así regrese la inquisición). Se caracterizó por
tener el uso exagerado de elipsis y del hipérbaton, por tener una gran variedad
de citas mitológicas (dioses grecolatinos) y por el gran uso de las figuras
retóricas: Metáfora, Terceto, Cuarteto, etc…
Dentro del barroco se encuentra el teatro el cual fue
un periodo de esplendor para el teatro como género literario y algunos lo
tomaron como un “espectáculo” que se extendió desde Italia hasta el resto de
Europa en el siglo xvii. Durante el barroco se conformaron 2 teatros nacionales
muy importantes: “La Comedia del arte” en Italia en el cual destacaron autores
como: Lope de Vega, Shakespeare y Calderón de la barca, y el segundo teatro
estaba situado en Francia el cual era el “Teatro isabelino”. Estos teatros
hicieron un gran desarrollo de la escenografía lo cual hizo que se creara el “ballet”
y la “ópera” ya que estos eran los más destacados.
En esta época del siglo de oro se encuentran muchos
escritores famosos como:
-Luis de Góngora y Argote (1561-1627).
-Pedro Calderón de la Barca (1600-1681).
-Félix Lope de Vega (1562-1635).
-Juan Ruiz de Alarcón (1581-1639).
-Juana de Asbaje y Ramírez de Santillán (1648-1695).
El barroco español se puede relacionar con las obras
ya que en ambos se puede percibir el tema de la protección ya que por ejemplo
en el barroco los jesuitas y dominicos peleaban por el concilio de Trento y en
las obras el tema que resalta entre ellas es la Protección gracias al amor.
En fuente ovejuna el tema de la protección por amor
es visible cuando el Comendador quiere abusar de Laurencia y en el momento en
que el Comendador baja la ballesta para usar la fuerza física, entra Frondoso y
toma la ballesta amenazando al Comendador y protegiendo a Laurencia y dice:
Comendador: No te
defiendas.
Frondoso: si tomo la
ballesta ¡vive el cielo que no la ponga en el hombro!.
Comendador: Anda,
ríndete.
Laurencia: ¡Cielos,
ayúdame agora!
Comendador: Solos
estamos; no tengas miedo.
Frondoso: Comendador
generoso, dejad la moza, o creer que de mi agravio y enojo será blanco vuestro
pecho, aunque la cruz me da asombro.
Comendador: ¡Perro,
villano!
Frondoso: No hay perro.
Huye, Laurencia
Laurencia: Frondoso,
mira lo que haces.
Frondoso: ¡vete!.
(Escena
xi, página: 48-49)
La protección vuelve a mostrarse más adelante cuando
el Comendador interrumpe la boda de Frondoso y Laurencia llevándose a Frondoso a
la cárcel y a Laurencia consigo para poder abusar de ella ya que ella lo
rechazó y entonces el pueblo decide revelarse ante el comendador protegiendo a
su pueblo y a Laurencia del este.
El pueblo
termina matando al comendador y se protegen entre ellos mismos al momento en
que dicen que el culpable es “Fuente Ovejuna”.
Todos: ¡Viva Fuente
Ovejuna! Mueran malos cristianos y traidores.
Comendador: ¿No me
queréis oir? Yo estoy hablando, yo soy vuestro señor.
Todos: Nuestros señores
son los reyes católicos.
Comendador: Espera.
Todos: ¡Fuente Ovejuna
y Fernán Gómez mueran!.
(Acto iii, Escena vii,
página 98).
En la obra de “El burlador de Sevilla” la protección
se muestra a la mitad de la obra que es cuando Juan Tenorio después de haber seducido
y engañado a muchas mujeres, Mota le cuenta sobre una mujer llamada Ana la cual
es muy bella y demás y entonces él decide ir a seducirla y poder acostarse con
ella, cuando Ana descubre que es un mentiroso y traidor y sabe que no hay nadie
que la protega, entra Gonzalo, se interpone ante él para proteger a Ana siendo
asesinado por Don Juan.
Ana: ¡Falso! No eres el
marqués, que me has engañado.
Don Juan: Digo que lo
soy.
Ana: Fiero enemigo, ¡mientes!.
Gonzalo (salo con la
espada desnuda): La voz es de doña Ana la que siento.
Ana: ¿No hay quien mate
a este traidor, homicida de mi honor?
Don Gonzalo: ¿Hay tan
grande atrevimiento? Muerto honor, dijo, ¡ay de mí!, y es su lengua tan liviana
que aquí sirve de campana.
Ana: Matalde.
Don Juan: ¿Quién esta
aquí?.
Don Gonzalo: la
barbacana caída de la torre de mi honor, echaste en tierra, traidor, donde el
alcaide la vida.
Don Juan: Déjame Pasar.
Don Gonzalo: ¿Pasar?,
por la punta de esta espada.
Don Juan: Morirás.
Don Gonzalo: No importa
nada.
Don Juan: Desta suerte
muero.
Don Gonzalo: ¡Ay, que
me has dado la muerte!.
(Jornada segunda,
página 177).
Próximamente se vuelve a encontrar el tema de la
protección cuando Isabel se encuentra hablando con la pescadora Tisbea sobre la
deshonra que esta sufrió a causa de Don Juan Tenorio y deciden ir con el rey
junto con Octavio para comentarle todo acerca de cómo es Don Juan y entonces el
rey muestra la protección hacia las mujeres mandando capturar a Don Juan para
poder desterrarlo.
Rey: ¿Llegó al fin
Isabela?.
Don Diego: Y
disgustada.
Rey: Pues, ¿No has
tomado bien el casamiento?.
Don Diego: Siente, señor,
el nombre de infamada.
Rey: De otra causa
procede su tormento, ¿Dónde está ?.
Don Diego: En el
convento.
Rey: Que salga del
convento, que quiero que en palacio asista con la reina más del espacio.
(Jornada Tercera,
página 195).
Octavio: Ya sabes,
señor, por cartas de tu embajador, y el mundo por la lengua de la fama sabe,
que Don Juan Tenorio, en Napolés una noche, para mí noche tan mala, con mi
nombre profanó el sagrado de una dama.
Rey: No pases más
adelante, ya supe vuestra desgracia. En efecto ‘Qué quiere?.
Octavio: Licencia que
en la campaña defienda como es traidor.
(Jornada Tercera,
página 196).
En la obra La verdad sospechosa la protección se
puede apreciar en el momento en que Félix protege a Don Juan y a Don García ya
que impide que los dos tengan su duelo a muerte o su desafío que ya estaba
predicho.
Félix: Deténganse
caballeros; que aquí estoy yo.
García: ¡Que venga
agora quien me detenga!.
Félix: Vestid los
fuertes aceros, que fue falsa la ocasión de esta pendencia.
Juan: Ya había dícholo
así Don García, pero, por la obligación en que pone el desafío, desnudó el
valiente acero.
Félix: Hizo como
caballero de tanto valor y brío; y pues bien quedado habéis con esto, merezca
yo que a quien de celoso erró perdón y las manos deis.
(Acto segundo, página
84-85).
Próximamente Don García protege sus palabras en el
momento en que su padre (Don Beltrán) empieza a descubrir que es un mentiroso.
Beltrán: ¿Cuál es el
nombre de tu suegro?.
García: Don Diego
Beltrán: O yo me he
engañado, u otras veces le has nombrado “Don Pedro”.
García: Tambipen me
acuerdo de eso mismo; pero son suyos ambos nombres.
Beltrán: ¿Diego y
Pedro?.
García: No te asombres,
que por una condición, “Don Diego” se ha de llamar de su casa el sucesor.
Llamábase mi señor “Don Pedro” antes de heredar, y como se puso luego “Don
Diego” porque heredó, después se llamó “Don
Pedro” ya “don Diego.
(Acto Tercero, página
105-106).
Por último en la obra Amor es más Laberinto la
protección primeramente se muestra cuando Ariadna está enamorada de Teseo, pero
Teseo se encuentra enamorado de su hermana, Fedra, y en el momento en que Teseo
y otros 13 hombres son elegidos por Minos (rey de Creta) para ser sacrificados
con el “Minotauro”, Ariadna le da una espada a Teseo para que pueda derrotar al
Minotauro y también le da un hilo con el cual se guiará para después de haber
matado al Minotauro, salir del laberinto sin pierde alguno.
Ariadna: No hay que
dudar, porque yo al verle bajar al parque, armado y cruel, bajé escondido tras
él y se lo vide matar. Demás, que él ahora ha entrado, mostrando indicios no
escasos, con apresurados pasos y con aliento turbado, el acero ensangrentado,
el rostro pálido y fiero, que dé la cara se fue la sangre al acero.
(Escena viii, página
761).
Por último la protección se encuentra cuando el rey
Minos perdona a Teseo y le quiere regalar su reino como prueba de perdón y
entonces Teseo no lo acepta pero le dice que quiere la mano de Fedra y entonces
el rey Minos por obvias razones tendrá la mayor protección posible hacia Teseo
y su hija Fedra.
Rey: ¿Pero qué
aguardas?. Pide todo el reino.
Teseo: Cosa más rica
pido, señor, que es a Fedra cuya hermosura divina es sólo el premio que quiero.
Rey: Por mí ya está
concedida.
(Escena xiv, página
775).
En todas estas obras se concluye que uno de los
temas principales es la protección ya que se muestra de forma relativa en todas
de las obras anteriormente mencionadas.
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